Hay momentos en los cuales apuntamos hacia el pasado y comenzamos a cuestionarnos aquellas decisiones que tomamos o que dejamos de tomar para llegar a nuestro momento actual. Es bastante común que día a día y hora tras hora tengamos que tomar alternativas que afectarán nuestra vida de una manera u otra. De la misma forma podemos influír sobre las personas con las que convivimos, solamente con un gesto, una frase o una mirada podemos cambiar muchas cosas y lamentablemente no lo percibimos al instante sino cuando miramos hacia atrás. Es ahí cuando no entiendo la negativa de muchos sobre mirar al pasado, si bien puede ser algo torturante exhumar los restos de un momento doloroso, mirar al pasado puede resultar ser muy dulce. Sentarse a pensar en el pasado no implica necesariamente arrepentirse de los actos ya cometidos y que hasta el día de hoy son irreversible eso es una perdida de tiempo sin sentido. Aunque la mayoria de las veces no aprendamos nada ya que podemos chocar contra la misma pared una, dos, tres y cuatrocientas veces convirtiendose en algo placenteramente insano. Negar lo que de verdad queremos se ha vuelto más común de lo normal (incluso más normal de lo común) gracias a ciertos estereotipos (estereotipos, estereotipos.....estereo..........¡malditos estereotipos!)
Se respira aires de tranquilidad
Escuchando: Mandalay - You forget
¡¡¡Joder que cansada estoy!!!